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Redefiniendo la Hacienda

15 de septiembre, 2016

Hace poco me senté a la mesa con los miembros de Aluna Theatre y el colectivo CANACOS.

El colectivo está conformado por mí y por otros cinco jóvenes artistas Latin(a/o/x)-Canadienses bajo la guía de Aluna Theatre. Durante el próximo festival RUTAS panamericanas de Aluna, los miembros de CANACOS trabajaremos como embajadores para los artistas visitantes en la ciudad de Toronto y a través de entradas de blog estaremos compartiendo nuestras reflexiones e investigaciones sobre las compañías de teatro que estarán presentes en el festival. La compañía que a mí me corresponde es el Teatro de los Andes quienes presentarán la semi-epónima obra Hamlet de los Andes.  

Hamlet de los Andes es una interpretación de la tragedia clásica de William Shakespeare, una historia sobre la venganza del Príncipe de Dinamarca hacia el asesino de su padre cuya particularidad reside en que está situada en el contexto de la Bolivia actual. La obra examina la lucha entre las tradiciones ancestrales y la sociedad moderna y se despega libremente del guión original en términos del montaje escénico y sus imágenes basadas en improvisaciones sobre temas generados por el Teatro de los Andes.

andes1Foto por Paolo Porto 

En mi opinión, éste es, a la vez, un punto de partida fascinante y un gran misterio. ¿Qué tan experimental es este performance? ¿Seré capaz de reconocer la historia? Para ser sincero, la primera y última vez que vi Hamlet fue en el bachillerato, así que de ninguna forma soy un purista, pero siempre me interesa ver qué tan lejos se puede partir del original reteniendo al mismo tiempo el significado del material de base. Me emociona ver qué deshecha y qué añade el Teatro de los Andes a esta historia. Pero esto es sólo en relación con Hamlet. Lo que realmente me interesa es qué supone el “de los Andes” en esta ecuación.

En primer lugar, ¿cómo intenta definir el Teatro de los Andes a la “Bolivia actual”? Como el país con la proporción más alta de Indígenas en América, la identidad cultural de Bolivia se desprende de Naciones milenarias que han sido testigos de siglos de colonialismo y asimismo de un resurgimiento inspirador a nivel mundial. La realidad del presente –si es que acaso podemos llamarla en singular (de hecho, el nombre oficial de Bolivia es el Estado Plurinacional de Bolivia)– es de una complejidad enorme y no puedo siquiera comenzar a entender qué facetas de Bolivia serán representadas en escena.

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Aunque las producciones de Hamlet han sido localizadas en innumerables lugares y momentos históricos, debo hacer la pregunta: ¿es Shakespeare realmente el paralelo más relevante respecto al contexto andino? Está bien, tal vez ésta es una terrible pregunta. Sé que muchos sacudirán la cabeza y los puños con vehemencia, incluso se revolcarán en sus tumbas sin importar cuál sea la respuesta. Así que quizá una mejor pregunta sea: ¿cómo hará el Teatro de los Andes para trazar un paralelo entre la aparente discrepancia que existe entre humanidad/naturaleza, Hamlet y los Andes? No puedo esperar para saberlo.

Entre más leo sobre esta compañía, más curiosidad me suscita. Fundado hace 25 años, el Teatro de los Andes ha presentado sus obras más 1600 veces por todo Bolivia y alrededor del mundo. En el mismo pequeño pueblo en el que se originó, aún trabajan colectivamente los miembros del teatro luego de que sus fundadores convirtieran una vieja hacienda en espacio teatral. La figura de la hacienda está asociada al régimen de la servidumbre que dominó a América Latina por siglos y que aún está presente ahora con trabajadores indígenas que le sirven a una mayoría europea de terratenientes. Convertir en un teatro que promueve un discurso de transformación social,  un espacio que simboliza generaciones de opresión es, sin duda, un gran logro.

Me interesan los matices culturales que existen entre la creación y el performance. ¿Cómo hacer arte que trascienda e irrumpa lo que asumimos, tanto positivo como negativo, sobre nuestras identidades? ¿Qué tanto del artista podemos ver en su trabajo? ¿Cómo esta aproximación innova o reclama tradiciones antiguas y nuevas? En octubre tendré la buena fortuna de asistir al taller de tres días titulado Construir la escena dirigido por el Teatro de los Andes en el que emplearán sus métodos de creación colectiva. El proceso del grupo como ya mencioné antes, involucra trabajar con imágenes en escena y con improvisaciones que se relacionan con los propios artistas.

andes-3Foto por Sandra Zea

Me emociona la oportunidad de atender este taller, además, porque será una oportunidad de trabajar en español con creadores/performers latinoamericanos y porque la forma en la que este grupo se aproxima a la creación parece ser desafiante pero aún así receptiva y abierta a todos los artistas como individuos y como miembros de un colectivo. También, desde el primer taller al que asistí con Aluna Theatre (Cuerpo, territorio y la frontera de Violeta Luna  en RUTAS 2012) he estado constantemente conmovido y transformado por la calidad de arte curado y producido por Aluna y por las aproximaciones que informan el trabajo que vemos en escena y en el estudio.

Tengo más preguntas y curiosidades que conclusiones, pero creo que es mejor así que a la inversa. Considero que es un privilegio poder experimentar el trabajo de estos artistas internacionales invitados, no sólo asistiendo a sus presentaciones, sino estando inmerso en su aproximación al teatro, siendo partícipe de su memoria cultural y colectiva y llegando a conocerlos como individuos. Si a una conclusión puedo llegar es que cualquier dirección que tomen el Hamlet de los Andes  o Construir la escena, la riqueza en cuanto a matices culturales, el diálogo colectivo y la interpretación individual inherentes a estas experiencias serán una fuente de profundas reflexiones.

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Texto por: Nico Contreras

Traducción por: Catalina Zuleta

En su primera visita a Toronto, Teatro de los Andes, una de las compañías de mayor renombre en Bolivia, traslada Hamlet a Bolivia a través de esta obra apremiante, física y visualmente impresionante. Gracias a una simple puesta en escena, tres actores y un músico interpretan 15 personajes con un enfoque político que expone la difícil situación de los miles de bolivianos que abandonan su hábitat rural por la ciudad, en busca de una vida mejor. Profundamente conmovedor, este nuevo y original trabajo reinventa al personaje más famoso de Shakespeare gracias a una combinación magistral de humor negro, música boliviana y formas teatrales tradicionales.

Nico Contreras es miembro de Canacos, un grupo de artistas profesionales de teatro de origen latinoamericano cuyo rol actual es el de embajadores del festival RUTAS panamericanas 2016. Los boletos para Hamlet de los Andes y las demás presentaciones del festival están disponibles en www.RUTAS.ca.

 

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